El común de la gente se mueve buscando cosas deseablemente indeseables.
No sé porque cuesta tanto encontrar alguna solución lógica a mi pequeño problema.
Una solución lúgubre, suicida, linda y amorosa.
¡La Concha de tu Madre!
Esa ya ni mira, no razona, no hila oraciones congruentes, vive en estado etílico (casi como yo, pero no).
Mi vida recurre al fraude cada noche
Cada sospecha certera (por este medio) tiene la posibilidad de saltar de un universo a otro.
Como niña, siempre he tenido una fijación especial por los fenómenos, Especialmente por poetas extremos y viciados.
¡Malditos Cerdos Asquerosos!
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