Un pinchazo que desató una guerra.
Eran millones de soldados
Con cascos y casacas color púrpura
de ninguna entidad política que se disponían a atacar mi masa encefálica
Con sus Fusiles cargados
Comenzaban su viaje
A paso: 1-2,1-2,1-2,1-2…
Sinceramente era un cosquilleo
Que transitaba mis venas
(Del brazo izquierdo).
En el minuto que desembarcaron
Sentí a Un millón de obreros
Taladrando en mi cerebelo.
Así pase toda una noche
Y a la dosis siguiente caí sin conciencia a los brazos de Morfeo
Buenas noches los pastores.
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